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Entrevista con el reconocido historiador cultural y folclórogo Wilmor López.

con Karla Jacobs, 19 de octubre 2008

Wilmor Lopez
Wilmor Lopez
Wilmor López ha dedicado su vida profesional al trabajo de investigación y divulgación de la cultura criolla. Su trayectoria comenzó en un programa de radio de música nacional dirigido por Carlos Mejía Godoy, programa que fue blanco de amenazas y censuras del régimen Somocista. Durante los años ochenta López consolidó su conocimiento envidiable del folclor nicaragüense dirigiendo programas radiales y televisivos de cultura nacional. En esta entrevista habla de esos años inolvidables, del sombrío período de los gobiernos neoliberales  Alemán y Bolaños, y del vuelo que una vez más está levantando la cultura nacional con el apoyo del gobierno central para los artistas anónimos y humildes.

  Tortilla con Sal: Usted es uno de los más reconocidos folclórogos e historiadores culturales de Nicaragua, con 33 años de trayectoria profesional. Cuéntame un poco sobre como comenzó su interés en el folclor criollo, y los primeros estudios y trabajos que realizó.
 
 Wilmor Lopez: Mi interés por el folclor fue accidental. Porque realmente tuve un accidente de vehículo. Yo venía en un bus de León a Managua que se accidentó. Hubo una explosión de pólvora que traía un pasajero y entonces el bus se incendió. Quedé accidentado con quemadoras, de los cuales todavía tengo huellas. Eso me llevó a estar en el hospital dos meses - eso fue en 1974. Y en el hospital Vélez Paiz, yo oía a Carlos Mejía Godoy con un programa de radio que se llamaba "El Son Nuestro de Cada Día." Entonces todos los días  escuchaba ese programa que se transmitía en Radio la Corporación. Entonces yo, era un chavalo, estudiante de periodismo,  me gustaba la música rock norteamericana, ese programa me hizo pensar, de que lo nacional era más importante. Lo folclórico tenía más interés que la música norteamericana  y comencé  a tomar conciencia por medio de ese programa.
 
 Y cuando salí ya de la recuperación le escribí a Carlos Mejía Godoy, le escribí seis meses después pero seguí escuchándolo. Ya le escribí para el '75  y en ese año comenzamos a tener una cierta relación epistolar.

 Para Carlos era satisfactorio que un oyente le diera datos de música nicaragüense, de compositores.  Entonces él me llamó un día en Septiembre 1975 para trabajar  de colaborador en su programa de radio. Yo fui, me presenté ante Carlos Mejía que me impresionaba, además lo admiraba, pues me dió trabajo y fui su colaborador con entrevistas y datos culturales.
 
 Fundamos la Brigada de Salvación de Canto Nicaragüense, eso nos llevó a tener contacto con todos los compositores anónimos, humildes, campesinos, y también compositores conocidos aquí en Managua y en los departamentos. Hicimos una especie de red de colaborador con la Brigada de Salvación del Canto Nicaragüense, al principio éramos Carlos y yo  los que coordinábamos, después tuvimos la colaboración de Carlos Mántica, de los Bisturices Armónicos y de muchos campesinos cantores. Fuimos a Masaya, Granada, Estelí, donde Felipe Urrutia, ya Carlos lo conocía,  nos conocimos con  Ulises González y así fue que comenzamos a recorrer todo el país.
 
 Eso me llevó después a tener más compromiso con el arte folclórico, porque Carlos Mejía sufría la vejación de la jefatura de la Radio y Televisión de la Guardia Somocista. Periódicamente le estaban censurando su voz en la radio,   cuando  le censuraban su voz, yo  lo sustituía. Entonces ahí yo comencé a tener bastante confianza y seguridad con la radio. Ya para entonces le hacía  el programa "El Son Nuestro de Cada Día." Y así comenzamos a tener contactos, amistades, colaboraciones. Carlos después se fue a España, en un viaje internacional en el 1977, yo me hice cargo del programa. Y fundé en ese tiempo otro programa de música latinoamericana que se llamaba "La Nueva Canción."
 
 Sobre mis estudios, te puedo decir que yo estaba estudiando periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua  y mi trabajo me motivaba más porque el periodismo que se ejercía era
  el periodismo político, el periodismo económico y el “venado” era practicado. Entonces me decidí por el periodismo cultural.
 Yo hice estudios para especializarme en cultura auto didácticamente, hice otros estudios sobre investigación cultural, como recopilar folclor, como manejar una entrevista, como hacer un guión. Estos estudios los hice con gente que tenía conocimiento como Don Salvador Cardenal Argüello quien había sido un folclorólogo excepcional. El era para mí, mi referencia.
 
 TcS: Entonces durante los últimos años de la dictadura Somocista Usted colaboraba con esos dos programas de radio. ¿Estaban transmitiendo material ideológicamente rebelde contra el régimen?
 
 Wilmor López: Poníamos algunas cosas que podrían ser ideológicamente ofensivas para Somoza. Había canciones de Carlos Mejía Godoy que eran de corte revolucionario. Se ponía, por ejemplo, "Rompe el arado, rompe" que dice, “rompe, que rompe la tierra, rompe campesino, rompe, los hierros que te encadenan,” eso era una gran ofensa, y eso se ponía,  se ponía canciones como "Terencio Acahualinca" cuyo estribillo decía “entremos todos donde truene el fuego y la  tortilla vamos a voltear”, otro tema era Desde Siuna con Amor, chiguincita campesina, Compañero César, El Cristo de Palacaguina, eran canciones que de una u otra manera tenían un mensaje revolucionario.
 
 En el folclor buscábamos también canciones revolucionarias, y ahí estaban las canciones del tiempo del General Sandino, los corridos, y las poníamos a veces, con el riesgo de caer preso, con la audacia y con el miedo de que nos cerraran el programa.
 
 TcS: Pero ¿nunca lo cerraron?
 
 Wilmor López: Sí, como no. Lo cerraban el programa, lo cerraban.
 
 TcS: Y ustedes personalmente ¿recibían amenazas?
 
 Wilmor López: Sí, claro, amenazas de la jefatura de la Radio y Televisión de la Guardia.
 Nos multaron varias veces, cuando una canción era ofensiva, entonces se pagaba la multa, y ya no se ponía la canción.
 
 TcS: ¿Nunca cayó preso por ese trabajo?
 
 Wilmor López: No. Escapé de caer preso. Pero no caí preso.
 
 TcS: Y ¿como fue eso?
 
 Wilmor López: Me detuvieron una vez la policía haciendo un traslado de todo el archivo de la canción revolucionaria que teníamos de una casa a otra. Y nos detuvieron, pero el guardia que nos agarró no supo leer, y como no sabía leer pensaba que los disco y casettes eran cualquier cosa. Eran discos con discursos de Fidel Castro, Salvador Allende, de Che Guevara. ¡Pero no los pudo leer! Caí preso detenido, como unas tres horas, el Guardia pensaba que esas cajas eran cajas de tiros, y entonces salí.
 
 Lo que me pasó era cuando ya estaba saliendo de la estación de policía,  me hicieron que contara los discos, y eran sesenta, pero yo conté cincuenta y nueve. y me dice el guardia  "entonces ¡quiere decir que me  que nos robamos un disco! ¡Vuélvalos  a contar!" Entonces los volví a contar, y como estaba nervioso, conté sesenta y uno. "Quiere decir," me dice, "que ¡hay más discos!" Entonces en la tercera contada no los conté,  hice la mueca y dije "sesenta." Entonces, "váyase," me dice.
 
 La guardia era bruta, eran terroríficos. Esa fue  la única vez, después  tuve más cuidado, y no propicié detenciones, pero amenazas siempre.
 
 TcS: Y en los últimos años del régimen Somocista, su trabajo ¿se hizo más fuerte, o se mantuvo?
 
 Wilmor López: Se hizo más fuerte.
 
 TcS: ¿Con el propósito de apoyar a la lucha Sandinista?
 
 Wilmor López: Si, si. Yo estaba estudiando en la UNAN y ahí tenía contacto con todos los guerrilleros Sandinistas, guerrilleros que andaban clandestina. Llegaban allá, y además eran amigos de nosotros. Yo estaba vinculado al Frente a través de Carlos Mejía Godo, el FSLN me hizo viajar al extranjero. Recibimos una invitación a Cuba en Julio del 1978, un año antes del triunfo de la Revolución. Viajé a Cuba con una delegación de artistas Sandinistas y fuimos a Cuba,  Eso nos hizo reconfirmar más nuestra convicción. Ahí en ese viaje a Cuba iba Carlos Mejía Godoy, Luis Enrique Mejía, el Grupo 8 de Noviembre, el Grupo Pacaya, El Guadalupano - Pablo Martínez Téllez, Carlos Nájar, Roberto Sánchez, Luis Lezama,  todos en Cuba. Fuimos al XI Festival Mundial de la Juventud y Los Estudiantes, recuerdo que al bajar del barco Viet Nam Heroico estaba la Orquesta Aragón tocando para todas las delegaciones, aquella llegada fue inolvidable.
 
 En Cuba, me vinculé con todos los artistas revolucionarios de Latino América, y del mundo, pero sobre todo del habla hispana. Yo conocí a Joan Manuel Serrat, a Silvio Rodríguez, a Luis Eduardo Aute, a Pablo Milanes, a Quilapayún, a Ali Primera, a Amparo Ochoa, a Daniel Viglietti, los hermanos Parra, Chico Buarque, Vicente Feliu, Quinteto Tiempo. No solo nos conocimos, sino que nos hicimos amigos, con algunos todavía me envían sus discos y nos escribimos. Al regreso igual de Cuba trajimos recuerdos como libros y discos pero quedaron guardados en Costa Rica en casa de Federico Barrios. Entonces ese viaje reconfirmó mi dedicación al arte. Conocí folcloristas famosas, como Nicomedes Santa Cruz de Peru, Emilia Prieto de Costa Rica, Argeliers León de Cuba. Y así fuí creciendo en este asunto oficioso y cultural.
 
 Cuando regresamos, todavía hicimos uno o dos programitas, y después ya vino la guerra. Triunfó la revolución y entonces yo fui ubicado en el Ministerio de Cultura y en Radio Sandino. Y ahí comencé a hacer una labor con más tranquilidad. Ahora yo siento que los años ochenta fueron años lindos de divulgación de folclor, de apoyo. Había una explosión cultural en todo el país. Era una cosa nueva pues, porque existía  la revolución, todo era nuevo, no había muchos obstáculos como ahora, pues ahora la crisis económica te para todo, la gasolina a precios altos, los granos básico en ascenso, los lácteos, etc.
 
 TcS: Para Usted, ¿cuál ha sido el momento más bajo, o más decepcionante en la historia reciente de Nicaragua en términos de la preservación de la cultura criolla?
 
 Wilmor López: El período de los gobiernos neoliberales del Doctor Arnoldo Aleman y el Ingeniero Enrique Bolaños fue la etapa más sombría para la cultura. Todo aquello fue limitado, y además hasta olvidado. Se borraron murales, se canceló el canal 6. El gobierno tenía un canal de televisión que era el canal 6 donde se trasmitían diferentes tipos de programas, el colmo que hasta la plaza de la Republica la habían destruido y en su lugar construyeron un adefesio de fuente musical.
 
 Yo comencé a crecer sin proponérmelo y pasé de la radio a la televisión. En ese tiempo en la televisión hacía programas nacionales en cantidad, y el canal 6 los producía. Imagínese, a mí me pagaban por hacer esos programas culturales. Era asombroso saber que le pagaban a uno para hacer cultura, eso es muy importante y estimulante. Eso se hace en los países desarrollado donde hay presupuesto especial. Y aquí se estaba haciendo eso ya. Eso querría decir que teníamos una cultura fuerte.
 
 Teníamos un Ministerio de Cultura, después el Ministerio de Cultura se compactó y se convirtió en el Instituto Nicaragüense de Cultura y también funcionaba y había divulgación y apoyo. Con Doña Violeta todavía había apoyo. Doña Violeta Barrios por lo menos mantuvo el programa. El programa se llamaba "Sí Nicaragua," y lo pagaba el gobierno, y se hacía otros programas nacionales.
 
 Pero a partir de Marzo del 1997 cuando tomó la Presidencia el Doctor Aleman, el canal 6 fue cerrado temporalmente. Se abrió momentáneamente pero  Bolaños lo remató. La cultura toda olvidada, arrinconada. Y aunque había un Instituto de Cultura eso era otra cosa. Ya no se interesaban por el folclor, las tradiciones, los mismos compositores.
 
 De pronto nació un poco de asociaciones artísticas para buscar apoyo internacional. Unas han tenido apoyo internacional, otras han tenido el apoyo de algunas personalidades. Pero del gobierno ya no hubo apoyo. Fueron días sombrías para la cultura. Fueron días de atraso, y de violaciones a los derechos humanos también. Sobre todo artistas que se murieron, artistas que se esperaban una pensión, artistas que sirvieron a la patria, artistas reconocidos que han dado criolla identidad a Nicaragua. Entonces yo siento que han sido los años más oscuros para la cultura el gobierno de Alemán y el gobierno de Bolaños.
 
 TcS: Considerando la situación actual de la sociedad del país, que podemos decir es una situación de pobreza con altos índices de violencia y alcoholismo  con una extrema vulnerabilidad hacía la desnaturalización cultural, ¿qué significado tiene el estudio y el relato de los raíces culturales?
 
 Wilmor López:  Hay ahora una herencia de 16 años de desnaturalización, hay violencia a cada momento, hay pobreza extrema. Pero sin embargo, hay cultura. Y la cultura viene siendo como la página narrativa de los sucesos que están pasando. Una expresión, cuando es cultural, nunca pierde vigencia. Una canción, una pieza teatral, una coreografía de danza, una pintura, cuando es verdaderamente hecha con el alma, es arte perdurable. Actualmente a pesar de que exista pobreza, existe una lucha de este gobierno que está entrando de componer la situación, tiene muchos programas sociales, educativos y económicos que están implementando poco a poco. A pesar de todo, la cultura se mantiene, y yo veo la cultura como un ave fénix, resurgiendo, queriendo alzar el vuelo. Así lo estoy viendo.
 
 Ahora producir un programa cultural eso está difícil, los artistas individuales, pues, tienen mucha dificultad para sus presentaciones. Sobre todo los artistas de corte popular. Porque hay artistas comerciales que no les interesa, ni le afecta la crisis y además eso ha sido su trabajo de toda la vida, me refiero a los conjuntos, los conjuntos comerciales. Que aunque ayer eran abundante, ahora son menos, pero siguen haciendo lo mismo, su oficio es cantar y ganar. Pero al  cantautor anónimo, los que están en las Segovias, los que están en el Caribe, los que están en Carazo, los que bailan en Boaco, los que bailan el güegüense, a esa gente le cuesta ahora. Porque esa gente de su propia iniciativa ponen dinero. Entonces a ellos les cuesta.
 
 Siento y veo que está levantando un vuelo la cultura en estos dos años, en estos dos años de gobierno Sandinista. Y yo estoy seguro que se van a abrir espacios. Ahora hay que tener más entrega a la cultura, a la cultura popular. Y hay que tener más cuidado con su promoción y no distorsionar. Ahora la promoción de la cultura popular, ya no existe. Existe la promoción de las farándulas. De eso si hay muchos programas. Pero de la cultura popular, no hay.
 
 Y muchas veces uno está bajo el dominio del patrocinio. Si un patrocinio te dice, Usted puede sacar este programa, le voy a dar 2,000 o 3,000 córdobas, pero Usted va a entrevistar a los que yo quiero, y tal vez el es farandulero, entonces Usted cae bajo esa iniciativa de un farandulero. Y entonces, si tu trabajo es divulgar la cultura popular de un municipio, de un pueblo, o de determinado grupo, se te hace difícil. Entonces, estamos así, pero estamos levantando vuelo.
 
 TcS: Entonces ¿Usted siente esperanza para los próximos años tomando en cuenta las intenciones y las capacidades del gobierno actual?
 
 Wilmor López: Sí, yo tengo esperanza. Tengo esperanza que se abra el canal 6 que es el instrumento de divulgación. Porque ¿de qué sirve que se haga todo si no se conoce nada? El mismo gobierno está contra la pared, porque los  principales medios de comunicación no apoyan la gestión del gobierno. El gobierno paga un programa en el canal 8 para transmitir su programa que se llama "El Pueblo Presidente." Si ese programa no se transmite, no se sabe lo que está haciendo el Comandante Daniel Ortega, ni su gobierno.
 
 Pero si se reabrieran el canal 6 que sería el vínculo de comunicación entre el pueblo y el gobierno. Con programas culturales, educativos, deportivos, debates, lo que está haciendo el gobierno, mensajes de salud, etc. El gobierno está haciendo cosas muy buenas en el campo, sus programas de ayuda al campesino, la salud en el campo, inserción de jóvenes de pandillas en la sociedad. El gobierno está reivindicando el valor nacional, está rescatando la cultura, en los departamentos, en los municipios. Pero no se da a conocer.
 
 TcS: ¿Por ejemplo que tipos de proyectos se está haciendo?
 
 Wilmor López: Hay un especie de consejos de cultura. En los departamento y  municipios, en reunión con el delegado de gobierno solicitan recursos, hacen reuniones y deciden que es lo que ellos quieren, entonces eso se eleva a otras instancias que tiene que ver con el Instituto Nicaragüense de Cultura, por ejemplo, el Director de Cultura va a Estelí. En Estelí se reúne con los delegados de los municipios, esos delegados lleven la inquietud cultural de su municipio, y entonces ahí dicen: "En Pueblo Nuevo necesitamos una capacitación para artesanía," "En Estelí, necesitamos un curso de baile." Y entonces el Director de Cultura tiene el deber de traer eso, comunicarlo aquí a Managua, y a cumplir. Así se está trabajando.
 
 Pero todo eso, nadie lo ve, ni nadie lo sabe. Eso está así. Se está haciendo desde hace un año. Yo estuve en una de esas reuniones en Tuestepe, y en otra en San Lucas, Somoto, y también estuve en Rivas. Y la gente responde. ¿Tienen muchas dificultades? Claro, tiene muchas dificultades, pero la gente ahí está. O sea, ahí está la cultura y hay que estimularla. 
 
 Hay artesanos como los de San Juan del Oriente que son los de mayor proyección a nivel internacional más que a nivel nacional. Ellos están organizados. Todos tienen sus contactos internacionales. Hacen trabajos de calidad, y venden. En Nicaragua, tendría que hacer una proyección más creativa. Porque hay organismos internacionales que los apoyan más que los nacionales. Sobre todo los de San Juan de Oriente. Así como los artesanos de San Juan de Oriente, también hay otros organizados como los de madera, de fibra, de pinturas primitivistas.