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Elecciones en Nicaragua : ¿preludio a una Gaza en América Central?

por toni solo, 21 de noviembre 2008

Se han declarado los resultados definitivos de las elecciones municipales en Nicaragua después de una campaña de sabotaje institucional sin precedentes de parte del partido opositor perdedor, el Partido Liberal Constitucionalista. Cinco partidos contestaron las elecciones. Los resultados para 146 municipalidades dan un total de 105 alcaldías a la coalición Unida Nicaragua Triunfa, liderado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, 37 alcaldías al PLC y 4 alcaldías al partido Alianza Liberal Nicaragüense.

Las elecciones tomaron lugar el domingo nueve de noviembre en un ambiente de calma, como es habitual en las elecciones en Nicaragua. Pero aún antes del anuncio de los primeros resultados preliminares, el candidato del PLC en Managua empezó a reclamar que un fraude masivo le iba a negar a él la victoria. Sin embargo, observadores electorales internacionales, de diferentes países de toda América Latina, desmintieron los reclamos de la oposición. Los observadores de Consejo de Expertos Electorales de América Latina, del grupo del Protocolo de Tikal y del grupo del Protocolo de Quito, todos acordaron que las elecciones fueron libres, equitativas y bien organizadas.

El Consejo Supremo Electoral de Nicaragua está conformado por los mismos magistrados que supervisaron las elecciones presidenciales de 2001 que se ganaron por el candidato Ing. Enrique Bolaños del PLC. Estos mismos individuos también supervisaron las elecciones municipales de 2004 y las elecciones presidenciales de 2006. Todas aquellas elecciones se hicieron sin reclamos de parte del PLC o de los otros partidos políticos del país. El Consejo Supremo Electoral es un poder del Estado independiente, compuesto de siete magistrados, tres nominados por el PLC y tres por el FSLN. Actualmente su presidente es una persona que no se identifica con ningún partido político.

Después de la elección del nueve de noviembre, el PLC hizo varias marchas y manifestaciones en que sus seguidores agredieron y provocaron a seguidores el FSLN y a periodistas sandinistas. Como respuesta, seguidores del FSLN fueron en masa a las calles y forzaron la cancelación de las marchas de la oposición en León y en Managua. Durante los choques entre los dos grupos, docenas de personas, y policías también, estuvieron heridas. Aparentemente, la declaración de los resultados finales por el Consejo Supremo Electoral se hizo en parte para acabar con la incertidumbre causado por las tácticas dilatorias de los representantes del PLC, quienes intentaban prolongar el proceso del conteo electoral para así poner en duda la legitimidad de las elecciones.

Estas elecciones son la segunda vez en los últimos dos años que los nicaragüenses han dado lo que los poderes imperialistas de América del Norte y de Europa miran como un resultado equivocado. La respuesta propagandística del imperio a nivel nacional e internacional ha sido tremenda. Los medios locales, dominados por la derecha y sus aliados socialdemócratas, han atacado el Consejo Supremo Electoral sin tregua. Este ataque, como siempre, fue tomado por los medios de comunicación internacionales y amplificado grandemente. El País en España, por ejemplo, llamaba por una intervención extranjero.

Muchos de estos medios repitieron falsedades abyectas. Ambos el sitio web de noticias de la BBC y el sitio web del Radio Mundial de los Países Bajos (1) por ejemplo, reportaron falsamente que el gobierno de Nicaragua había rechazado observadores electorales. Es una mentira doble ya que el Consejo Supremo Electoral es independiente del gobierno y sí invitó a observadores electorales de toda América Latina en la forma de organismos de especialistas electorales profesionales en representación de las autoridades electorales de alrededor de una docena de países latinoamericanos. (2)

Un buen ejemplo de la propaganda odiosa anti-sandinista apareció en las páginas del diario The Independent de Londres, escrito por John Carlin, notorio por su cobertura libre-de-la-verdad de Venezuela. Al centro del artículo de Carlin, uno encuentra exactamente las mismas descaradas falsedades que aparecen en lo demás de la campaña de propaganda anti-sandinista de los Estados Unidos y sus aliados. Carlin escribe, "Señor Ortega impidió que observadores internacionales supervisaran las elecciones y aseguró que el Consejo Supremo Electoral fue totalmente en manos de los Sandinistas." (3)

Lo demás de su nota es un artículo de opinión que vomita sobre el lector una vez más la propaganda venenosa de sus amistades-de-alma socialdemócratas quienes se han aliado abiertamente con el PLC de Arnoldo Alemán, reo por corrupción condenado por estafa multi-millonaria al Estado de Nicaragua. Los individuos citado favorablemente por Carlin, por ejemplo Sergio Ramirez, Gioconda Belli, Carlos Fernando Chamorro, no tienen credibilidad dentro de Nicaragua entre la gran mayoría de la población. Todos eran una vez destacadas Sandinistas y ahora se han reducido a un grupúsculo muy pequeño, muy privilegiado, muy poco representativo, pero que sí sirve de una manera excelente las necesidades propagandísticas de la oligarquía nacional y sus amos y amigos en los gobiernos de Estados Unidos y Europa.

Parece absurdo que unas elecciones en un pequeño país como Nicaragua podría ser de interés a los grandes poderes imperialistas. El contraste no podría ser más grande entre la enorme campaña de propaganda a favor del partido opositor perdedor en Nicaragua y la indiferencia deliberada hacia el enorme fraude cometido en México en 2006. Ese fraude electoral en México negó la victoria al candidato opositor del PRD Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial de aquel año. Pero las enormes manifestaciones hechas por millones de sus seguidores durante meses en protesta a ese abierto fraude electoral fue sistemáticamente ignorado por los medios corporativos de América del Norte y Europa.

De hecho uno tiene que mirar más allá de Nicaragua para entender lo que significa el asalto extraordinariamente agresivo de los medios internacionales de propaganda imperialista. Los proyectos políticos del gobierno del Estados Unidos y sus aliados han sido derrotados este año en Bolivia y en Ecuador. La próxima semana en Venezuela, el gobierno venezolano y sus aliados probablemente van a ganar otra victoria contundente parecida a la del FSLN del nueve de noviembre. En El Salvador, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional tiene ventaja definitiva en las encuestas antes de las elecciones presidenciales en ese país de marzo 2009. Si gane el FMLN inmediatamente se va a incorporar El Salvador a la Alternativa Bolivariana para las Américas promovido con tanto éxito por Venezuela y Cuba.

Es una pregunta abierta hasta dónde el gobierno de Estados Unidos y sus aliados llegarán para impedir una consolidación del bloque del ALBA. Una manera fácil de enviar un mensaje claro al electorado salvadoreño sería de cortar la ayuda a Nicaragua bajo el pretexto de una falta de democracia. Rory Carroll, el corresponsal para América Latina de The Guardian, el periódico "progresista" del imperialismo británico, reportó en un artículo reciente en octubre, "Varios gobiernos europeos se preparan para cortar ayuda con un valor de decenas de millones de dólares" (4) como respuesta a un intento del gobierno nicaragüense de controlar algunas donaciones de ayuda para el desarrollo que se canalizaron a un partido político opositor. Hasta la fecha no se ha hecho ningún recorte de ese tipo.

El antecedente reciente más claro de ese tipo de medida es la Franja de Gaza. Cuando Hamas ganó las elecciones para la Autoridad Palestina en 2006, el gobierno de Estados Unidos y sus aliados rehusaron aceptar el resultado.  De allí, trabajaban sin descanso para destruir el gobierno de Hamas. Al final, se cortó la ayuda. La población de Gaza ha sido condenada a revivir de la manera más grotesca las tácticas de un sitio medioeval por el gobierno de Israel apoyados activamente por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea. El mensaje ha sido clarísimo. Un voto democrático a favor de candidatos no aprobados por los gobiernos de Estados Unidos y Europa terminará en medidas punitivas contra la población en general - en otras palabras, el castigo colectivo, algo ilegal de acuerdo al derecho internacional humanitario.

Ahora queda a ver si los gobiernos de Estados Unidos y Europa aprovechen el pretexto falso de un supuesto fraude electoral en Nicaragua para castigar al pueblo nicaragüense al cortar cientos de millones de dólares en ayuda para el desarrollo. Si lo hagan, la intención obvia será de desestabilizar profundamente el gobierno sandinista de Nicaragua y también de enviar un mensaje fuerte al pueblo salvadoreño sobre como deben de votar en marzo 2009. Es difícil de saber quien de las dos son más patéticos y despreciables - los políticos y representantes diplomáticos de los países ricos que promueven este tipo de intervencionismo al mejor estilo gangster o sus incontables sapos-mediáticos cómplices como John Carlin o Rory Carroll y sus editores. Estos encubren el gangsterismo imperialista con mentiras y falsedades para hacerlo parecer un noble afán por la libertad y la democracia en vez de la bárbara extorsión que es.


Notas
1. http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/7721253.stm - and -
http://www.rnw.nl/internationaljustice/news/international/6046503/Mass-rioting-
after-Nicaragua-local-elections
- es posible que estos sitios se han corregido después de reclamos
2. http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/41356
3. "Nicaragua: Betrayal of the revolution", John Carlin, Independent 21/11/2008
4. http://www.guardian.co.uk/world/2008/oct/14/humanrights-voluntarysector